Con la respiración libre y tranquila, con el cuerpo flojo, te haces consciente de que estas aquí y ahora, ocupando un espacio físico…..y te dices internamente: Estoy tranquilo, todo está bien.
Haces varias respiraciones profundas, sin ejercer ningún control …..respiro……exhalo…..respiro……exhalo…. para ello puedes poner una mano en el abdomen y una mano en el pecho……sintiendo el movimiento. Si quieres, puedes poner tu atención en un punto por debajo del ombligo e intentas llevar allí la respiración, o simplemente dejas que se vaya volviendo más profunda y lenta.
Al inspirar el aire las paredes del abdomen se dilatan suavemente y al expulsar el aire las paredes del abdomen vuelven a su posición inicial, varias veces.
Y te preparas para hacer una pequeña visualización.
Te sientas delante de mar. El mar está tranquilo. Aspiras su olor salobre. Una ligera brisa te envuelve…..la sientes en la cara, en los ojos, en los labios, te roza la mejilla, y el pelo. La sientes en los brazos, en el abdomen, es como una caricia. Estas bien, tranquilo y relajado. Oteas el horizonte, apenas hay nubes. El día es claro y cálido, apetece estirarse en la arena. Sientes el contacto en los talones, pantorrillas , muslos, las nalgas , en la espalda , los brazos, en la cabeza. Te haces consciente de cómo tu cuerpo se apoya en ella . Es una sensación muy agradable…..sientes que pesas cada vez más. Poco a poco percibes que desde tu cuerpo puedes transferir a la arena todo aquello que te hace daño…..la telaraña en la que se enredan tus pensamientos negativos, las emociones negativas……la tristeza, el dolor, los celos, la envidia. Es como un esponja que absorbe todo lo que no quieres…..
Dejas que la respiración fluya, que el oxigeno circule por todo tu cuerpo , y en cada respiración, al inhalar, respiras una presencia positiva de energía vital, de equilibrio, de serenidad. Agradable percepción, relax total.
Antes de acabar la meditación visualizas como una pequeña ola se lleva la profunda huella que tu cuerpo ha dejado en la arena………Sensación de paz y bienestar.
Para acabar la sesión vas activar 3 cualidades positivas de la consciencia (repítelas internamente). 1. seguridad y confianza en mi mismo 2. salud equilibrio cuerpo-mente y 3. capacidad de poner atención en las pequeñas cosas positivas del día a día.
Y vuelves poco a poco al presente, moviendo los dedos de los pies de las manos, y los músculos de la cara.
A partir de ahora cada vez que tengas la ocasión de ir a la playa puedes hacer este pequeño ejercicio de relajación, e integrar esta vivencia tan positiva en tu consciencia.